Excursión Caldera de Bandama:
Nivel 1, 3 horas a paso lento con paradas para tomar fotos, 5 km por X euros. La Caldera de Bandama es una imponente depresión de aproximadamente 200 metros de profundidad, con un diámetro de alrededor de 1100 metros y un recorrido de 3 kilómetros. En la parte superior, sobre el fondo plano a 216 metros de altura y con un diámetro de 250 metros, se erigen potentes taludes. El silencio te envuelve; una vez que pones tus pies en el fondo, exploras tu entorno y levantas la mirada buscando el horizonte. Sin embargo, tus ojos descubren de repente que no hay horizonte, sino enormes paredes de rocas y lava que se elevan hacia el cielo, minimizando cualquier figura humana. Es la grandeza de este volcán. La Caldera de Bandama es uno de los elementos vulcanológicos más destacados de la isla de Gran Canaria. Consta de dos estructuras geológicas, el Pico con su cráter y la propia Caldera. Esta excursión promete ser un encuentro maravilloso con la naturaleza, enriqueciendo la visita con datos sobre la arqueología, etnografía, flora y fauna de este lugar único.
Ruta Riscos de Chapín:
Niveles 1-2, 4-5 horas a paso lento con paradas para tomar fotos, 8,2 km por X euros. Este sendero, con un recorrido encantador de aproximadamente 8,2 kilómetros, serpentea alrededor de los impresionantes Riscos de Chapín, una majestuosa pared de la Caldera de Tejeda que revela toda su imponente belleza petrificada; barrancos, roques, diques, mesas, macizos, riscales, montañas, desfiladeros, entre otros. Es una pequeña parte de los antiguos caminos reales que conectaban las cumbres de Gran Canaria con los pueblos costeros del norte, noroeste y oeste, a través de senderos extensos y caminos de herradura. Bordeando una zona de escarpes, con una variedad de formas rocosas y varios barranquillos tributarios al de Tejeda, que quedan a la izquierda como “barrios colgantes” de Tejeda; estos aparecen dispersos, destacando la blancura de sus casas contra la negrura de los afilados riscos. Frente a nosotros, hitos geomorfológicos como el Roque Nublo, El Bentayga y la Mesa de Acusa custodian la gran panorámica. El camino continúa pasando por la degollada, donde se eleva y se conecta con la amplia pista forestal que se dirige hacia Artenara. En esta zona, abundan las supersticiones de antaño, alimentadas por leyendas transmitidas por los habitantes más veteranos. Aunque uno no crea en estos temas, resulta fascinante conocer las diversas fábulas, mitos y tradiciones ancestrales que narran sobre luces titilantes danzando en el interior de las cuevas vistas desde la distancia y en los oscuros riscos circundantes. El yacimiento arqueológico de Cueva Caballeros y las cuevas del Candil, encima de los Roques de Chapí en las proximidades de Los Moriscos, albergan una interesante representación de arte rupestre aborigen, en particular, una serie de grabados en la roca con forma triangular. La vegetación incluye pinos, retamas, codesos, salvias, tomillos y castaños. Además, debajo de los pinos, se pueden observar algunas especies vegetales de menor tamaño, como la salvia, el tomillo, la jara, así como helechos en las zonas más húmedas.